Sea cual sea a la hora en la que estés leyendo esta reflexión, ya has utilizado varias herramientas informáticas para diversos fines: probablemente hayas consultado el tiempo que hará hoy, has revisado tu whatsapp, has ojeado tu facebook un poco por encima y te habrás enfrentado a tu bandeja de correo electrónico. Eso como mínimo, porque lo cierto es que tenemos tal saturación de herramientas para comunicarnos (en formato web o app) que estamos más en contacto con quien no vemos que con quien convivimos ¿no te parece?
Cuando nos lanzamos a la tarea de diseñar un sistema de comunicaciones interno y externo, éramos conscientes de que entrábamos a un mar rojo (entiéndase, un «lugar» donde puede haber hasta cuchilladas para posicionar el producto, de ahí el color rojo) y por eso siempre hemos sabido que una herramienta, por sí misma, no sirve para nada.
Por ejemplo, en las manos de quien esto escribe, un taladro o un serrucho pueden resultar bastante inútiles, pero no sólo por la escasa destreza que la naturaleza me dio para este tipo de aparatos, sino por la ausencia de una finalidad concreta. Un «PARA QUÉ».
A este «para qué» es a lo que se llama vulgarmente «PROYECTO», y lo manifestamos así porque se abusa tanto de esta palabra que ya hasta suena cansina, cuasi-prostituida. Aún así, este artículo pretende trasmitir que, efectivamente, una herramienta de comunicación es únicamente un medio, un recurso, dentro un proyecto de comunicación (iba a escribir «proyecto global» pero es que lo de «global» también está tan manido….).
Todas las organizaciones necesitan un proyecto de comunicación, primero interno, luego externo. Todas necesitan tener una línea marcada, clara, precisa, definida, y a partir de ahí, concretar los detalles, y uno de esos detalles es la plataforma de comunicación, el medio, la herramienta, el recurso.
Nos gusta pensar que podemos ayudar a comenzar la casa por los cimientos. De eso se trata. Si una organización no es capaz de comunicarse primero bien entre sus miembros, difícilmente podrá hacerlo con sus clientes o proveedores ¿no te parece?
Sin un proyecto previo, sólido, consensuado… puedes tener a tu alcance todas las herramientas del mundo… pero en realidad no tendrás nada ¿no te parece?